Se comienza la oración rodeando el Pesebre (sin que esté todavía el Niño Jesús).
Todos santiguándose dicen:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
El padre de familia, al comenzar la celebración, dice:
Alabemos y demos gracias al Señor, que tanto amó al mundo que le entregó a su Hijo.
Todos responden:
Bendito seas por siempre, Señor.
Uno de los miembros de la familia lee el siguiente texto de la Sagrada Escritura:
Escuchemos, ahora, la palabra del Santo Evangelio según San Lucas:
En aquellos días, José, que era de la casa y familia de David, subió desde la ciudad de Nazaret, en Galilea, a la ciudad de David, que se llama Belén, en Judea, para inscribirse con su esposa María, que estaba encinta. Y mientras estaban allí le llegó el tiempo del parto, y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre.
Palabra del Señor
Todos responden: Gloria a Ti, Señor Jesús.
Después de la lectura se canta «NOCHE DE PAZ», mientras el menor de la familia coloca al Niño en el Pesebre.
La madre de familia dice:
El Señor Jesús ha nacido de Santa María. El pesebre que adorna nuestro hogar nos recuerda el gran amor del Hijo de Dios, que ha querido habitar entre nosotros. Aquello que ocurrió hace dos mil un años, lo revivimos esta noche santa en el misterio. El Señor Jesús es el mismo, ayer, hoy y siempre. Que esta Navidad fortalezca nuestros pasos en la fe, la esperanza y el amor.
PETICIONES
Otros dos miembros de la familia dirigen las peticiones:
En este momento en que nos hemos reunido toda la familia para iniciar las fiestas de Navidad, dirijamos nuestra oración al Señor Jesús, Hijo de Dios vivo y de Santa María, que quiso ser también hijo de una familia humana; digámosle:
POR TU NACIMIENTO, SEÑOR, PROTEGE A NUESTRA FAMILIA.
1- Señor Jesús, Palabra Eterna, que al venir al mundo, anunciaste la alegría a la tierra, alegra nuestros corazones con la alegría de tu visita.
POR TU NACIMIENTO, SEÑOR, PROTEGE A NUESTRA FAMILIA.
2- Reconciliador del mundo, que con tu nacimiento nos has revelado la fidelidad de Dios-Padre a sus promesas, haz que nosotros seamos también fieles a las promesas de nuestro bautismo.
POR TU NACIMIENTO, SEÑOR, PROTEGE A NUESTRA FAMILIA.
3- Rey del cielo y de la tierra, que por tus ángeles anunciaste la paz a los hombres, conserva en tus paz nuestras vidas y que haya paz en nuestro país y en todo el mundo.
POR TU NACIMIENTO, SEÑOR, PROTEGE A NUESTRA FAMILIA.
4- Hijo de Santa María, que quisiste serte Hijo de Mujer, concédenos descubrir que María es también nuestra Madre y ayúdanos a amarla con la ternura filial de tu corazón.
POR TU NACIMIENTO, SEÑOR, PROTEGE A NUESTRA FAMILIA.
5- Dios-con-nosotros, que quisiste nacer en el seno de una familia, bendice nuestro hogar para que en el siempre reine el amor de manera especial acuérdate de las familias que en estas fiestas de navidad viven en soledad y dolor y haz que sientan el consuelo de saberse hijos de la gran familia de Dios.
POR TU NACIMIENTO, SEÑOR, PROTEGE A NUESTRA FAMILIA.
Cada miembro de la familia puede añadir alguna petición
La oración sigue alrededor de la mesa familiar. Mientras uno de los hijos enciende un cirio colocado en medio de la mesa se reza la oración de los hijos de Dios: Padre Nuestro…
Para finalizar; el padre de familia reza la siguiente oración de bendición:
Oremos: Dios Padre, que nos enviaste a tu Hijo muy amado, derrama tu bendición sobre estos alimentos y también sobre los miembros de este hogar, para que así, como ahora acogemos, gozosos, a tu Hijo Reconciliador, lo recibamos también confiados cuando vengas al fin de los tiempos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Todos responden: Amén.
En el nombre del Padre, del hijo y del espíritu Santo. Amén.
Concluida la bendición del pesebre toda la familia reza junta la siguiente oración:
Madre del Redentor, virgen fecunda, puerta del cielo siempre abierta, estrella del mar, ven a librar al pueblo que tropieza y quiere levantarse. Ante la admiración de cielo y tierra, engendraste a tu santo Creador, y permaneces siempre virgen. Recibe el saludo del ángel Gabriel, y ten piedad de nosotros, pecadores. Salve, Reina de los Cielos y Señora de los ángeles; salve raíz, salve puerta, que dio pasó a nuestra luz. Alégrate, Virgen gloriosa, entre todas la más bella; salve, agraciada doncella, ruega a Cristo por nosotros.
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